Una iniciativa de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Kenya refuerza la participación pública en los procesos de gobernanza con el fin de asegurar que los grupos marginados son tenidos en cuenta en el proceso de elaboración de presupuestos.

Las colaboraciones y el trabajo de prevención (trabajando con la institución nacional de derechos humanos, la policía, la sociedad civil y con defensores y defensoras comunitarios) contribuyeron a que se celebraran elecciones pacíficas en Kenya.

Beatrice Karore, una movilizadora de la comunidad que ayuda a supervivientes de violencia sexual y de género en Kenia, afirma que la violencia contra las mujeres ha aumentado durante la COVID-19 y que ha dejado al descubierto deficiencias de salud mental sin precedentes.

Un tribunal de Kenia ha concedido al asentamiento de Owino Uhuru el equivalente a 13 millones de dólares americanos en compensación por daños al medioambiente y la salud de su comunidad afectada por envenenamiento por plomo. El tribunal sostuvo que el gobierno y dos empresas eran responsables por la contaminación por plomo provocada por una planta de fundición.